El 84,09% de las universidades argentinas están implementando proyectos de e-learning, mientras que el 15,90% señaló no haber incorporado instancias de formación virtual. Así lo reveló una encuesta realizada entre septiembre de 2010 y enero de 2011 por e-ABC, con el objetivo de determinar el grado y matices de penetración de esta modalidad de enseñanza en el sector académico argentino y latinoamericano.
Los resultados indican que Argentina se encuentra por debajo de la media regional, que marca una penetración de la modalidad virtual del 88,59% en el sector académico.
“En Argentina el e-learning viene creciendo y las universidades dan cuenta de esto. Si bien, de acuerdo a los datos de la encuesta, la adopción de esta modalidad aún se encuentra cuatro puntos por debajo del nivel de implementación general de América Latina, creemos que a partir la creciente demanda que se viene produciendo en los últimos 24 meses a nivel nacional, y la difusión de proyectos como el impulsado por la Universidad de Buenos Aires –UBA XXI cuenta con 60.000 alumnos online-, Argentina va a alcanzar y superar la media latinoamericana durante los próximos dos años. Es un dato que también debe servir para potenciar las políticas nacionales, a fin de acompañar y potenciar esta realidad”, indicó Carlos Biscay, director de e-ABC.
“La educación superior argentina es requerida internacionalmente, y en la medida que existan a nivel macro del sistema y micro de cada institución, las plataformas de distribución de oferta académica adecuadas, las universidades locales tendrán oportunidades de crecimiento impensadas hasta hace 10 o 12 años. Sin duda es el momento, no solo para dar un paso decidido hacia el e-learning, sino también para que aquellos que aún no han avanzado puedan continuar en el proceso de mejora de sus propuestas, aprovechando las potencialidades que ofrece esta modalidad”, aseguró el experto.
En total, fueron encuestadas 114 universidades latinoamericanas: 44 de Argentina; 14 de México; 10 de Brasil; 10 de Chile; 4 de Colombia; 3 Perú, e idéntica cantidad de Venezuela, Guatemala, Panamá, Ecuador, Honduras y Costa Rica; 2 de Puerto Rico, al igual que Paraguay y Uruguay; y 1 de Cuba, República Dominicana, Nicaragua, Bolivia y El Salvador.
De las 37 instituciones de educación superior argentinas indagadas que están ejecutando programas de formación online, se constató que el 27,02% prefiere instancias de enseñanza totalmente online, mientras que el 72,96% opta por el b-learning (e-learning combinado con instancias presenciales).
Hace 10 o 15 años, cuando comenzaron a desarrollarse las primeras experiencias de educación virtual y el sector del e-learning empezó a adquirir velocidad, se imaginó que era posible realizar una educación 100% virtual. Sin embargo, la tecnología es producto de la cultura y no podemos -por lo tanto- forzar la naturaleza humana. La experiencia y los resultados nos indicaron que el equilibrio entre lo virtual y lo presencial era la mejor receta para mejorar y optimizar los resultados. Un equilibrio que varía con las temáticas a tratar, las tecnologías disponibles, los destinatarios y los tiempos. La presencialidad puede hoy ser también bastante virtual si pensamos en las video conferencias por ejemplo. Y vemos como el b-learning continúa avanzando entre las universidades con mucha intensidad”, indicó Biscay.
En relación al tipo de gestión, el 70,45% de las instituciones consultadas revelaron ser públicas/estatales y el 29,54% privadas. Al tiempo que el 38,63% manifestaron contar con más de 10.000 alumnos, el 36,36% de 3.000 a 10.000, el 15,90% de de 500 a 3.000, y el 9,09% hasta 500 alumnos. En cuanto a las personas que respondieron la encuesta en representación de su institución, el 67,56% fueron autoridades y directivos, el 18,91% profesores, y el 13,51% personal administrativo.
Los motivos que impulsaron el desarrollo del e-learning en las universidades consultadas, fueron los siguientes:
- Como soporte a nuevos proyectos institucionales, expansión, formación interna y mejora de los servicios (35,13%).
- Flexibilidad en cuanto a la capacidad de adaptarse a las necesidades de los alumnos, al proporcionar libertad en la distribución de los tiempos de estudio y liberar a sus usuarios de las limitaciones físicas y geográficas, permitiendo compaginar los estudios con la familia, el ocio y el trabajo (32,43%).
- Brinda herramientas de ayuda al estudiante y de seguimiento y control del profesor (32,43%).
- Ofrece instrumentos que ayudan a consolidar la formación a distancia (32,43%).
- Permite desarrollar modelos de enseñanza–aprendizaje que se ajusten a las necesidades de la sociedad del conocimiento (27,02%).
- Propicia la aplicación de metodologías innovadoras y flexibles apoyadas en las TIC (27,02%)
- Estimula la integración y generalización del uso de las TIC en la docencia universitaria y la formación institucional (24,32%).
- Facilita la actualización de contenidos formativos de manera inmediata y hace posible mejorar su organización y resolver dudas de forma muy dinámica (21,62%).
- Fomenta la formación permanente y facilita la ampliación y versatilidad de la oferta educativa de las organizaciones (21,62%).
- Promueve la movilidad y relaciones virtuales de profesores y estudiantes de diferentes instituciones (18,91%).
- Facilita y fomenta el acceso, la cobertura y la equidad a la educación y la formación, ampliando el mercado a nivel nacional e internacional, principalmente el latinoamericano (18,91%).
- Promueve el aprendizaje colaborativo a través de actividades colectivas (18,91%).
- Permite que el alumno cobre protagonismo, porque fomenta la atención personalizada e individualizada del estudiante, a la vez que permite la atención de grandes grupos de alumnos (10,81%).
- Las características de e-learning impulsan los proyectos de desarrollo de alfabetización digital (8,10%).
- En aquellas instituciones que tienen una amplia oferta educativa y un número considerable de estudiantes, se registra una reducción de costos de inversión en este ámbito (5,40%).
- Fortalece la calidad académica y promueve la transferencia de los conocimientos a la práctica laboral (5,40%).
- Estimula la indagación, la observación y el estudio del alumno (5,40%).
- Recomendaciones de políticas educativas nacionales e internacionales que promueven la incorporación de esta modalidad en las instituciones de educación superior (2,70%).
- Otro (2,70%).
Las áreas del conocimiento en las que se aplican los proyectos e-learning:
- Ciencias Sociales y de la Educación: Profesorados, Psicopedagogía, Cs. Políticas, Cs de la Educación, Recursos humanos (29,72%).
- Ciencias Económicas: Administración y Dirección de Empresas, Ciencias del Transporte y la Logística, Desarrollo, Gestión comercial y Estrategias de Mercado (Marketing), Dirección Financiera y Contabilidad, Turismo (21,62%).
- Cursos de ingreso a la universidad (18,91%).
- Ingenierías: Electrónica, Computación, Química (16,21%).
- Ciencias de la Comunicación: Cine, Comunicación Audiovisual, Organización de Eventos, Protocolo y Relaciones Institucionales, Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas (13,51%).
- Humanidades: Historia, Arte, Literatura y otras (10,81%).
- Ciencias Médicas y de la Salud: Medicina, Odontología, Bioquímica, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Enfermería, Fisioterapia, Óptica y Optometría, Psicología (8,10%).
- Ciencias Exactas: Matemática Estadística (8,10%).
- Ciencias Jurídicas. Derecho (8,10%).
- Agronomía y Ciencias Agrarias y Agropecuarias (2,70%).
- Arquitectura, Diseño de Interiores, de Moda, Multimedia y Gráfico, Diseño y Desarrollo de Videojuegos, Paisajismo, Urbanismo etc. (2,70%).
- Otras (5,40%).
La cantidad de estudiantes inscriptos durante 2010 en las carreras con la modalidad de e-learning, fue la siguiente:
En general, las instituciones describen las siguientes situaciones con respecto a la implementación y desarrollo de sus proyectos e-learning:
- Los participantes valoran positivamente la organización del trabajo académico (37,83%)
- Los formadores de los proyectos de e-learning valoran positivamente las nuevas formas de planear, organizar, controlar y monitorizar el proceso de enseñanza–aprendizaje (37,83%)
- Detectan cierta resistencia al cambio de los participantes en los proyectos de e-learning, motivo por el cual han tenido que crear programas de actualización del conocimiento, principalmente en lo que concierne al uso de las TIC aplicadas a la educación, y programas de comunicación interna. Finalmente, algunas organizaciones reconocen que sus usuarios han aceptado el cambio de paradigma en su institución (32,43%)
- De forma generalizada se da una progresiva extensión de las prácticas de e-learning en las instituciones (32,43%)
- En general, las instituciones identifican un incremento del número de matriculaciones y de la oferta educativa dentro de sus organizaciones (29,72%)
- Detectan falta de integración entre el personal docente y el personal técnico. Ante esta situación se propone dar una formación básica a cada uno de los grupos con la disciplina del otro (27,02%)
- Se dan modificaciones en los programas formativos on-line a medida que han ido evolucionando las TIC (21,62%)
- En los cursos largos se está dando la tendencia a aumentar las horas a distancia frente a la progresiva disminución del tiempo dedicado a las clases presenciales (16,21%)
- Otro (10,81%).
Al ser consultadas sobre las características que tendría que tener un proveedor de soluciones de e-learning para ser considerada su contratación, las preferencias fueron las siguientes:
- Calidad del servicio (35,13%)
- Capacidad pedagógica (35,13%)
- Capacidad tecnológica (29,72%)
- Creatividad (27,02%)
- Profesionalidad (27,02%)
- Celeridad en la respuesta a consultas y en la solución de inconvenientes (27,02%)
- Comunicación con los clientes (21,62%)
- Trato y atención (16,21%)
- Capacidad artística (8,10%)
- Otro (5,40%)
Para el director de e-ABC, “aunque aún hay mucho camino por recorrer, el desarrollo de la virtualidad en Argentina es muy alentador. No solo porque estrecha la brecha de conocimientos y acceso a la formación, permitiendo que un estudiante que así lo desea pueda acceder a estudios de primer nivel (sin importar donde reside); sino porque además permite a los trabajadores y a las empresas mejorar el nivel de acceso a la información, incrementar sus habilidades y mejorar sus resultados; y le da a las universidades la posibilidad de potenciar su oferta académica y trascender su ámbito geográfico de actuación. Al mismo tiempo, vale destacar que producir e-learning engloba a una importante diversidad de recursos humanos: desde profesores, profesionales, diseñadores gráficos e informáticos; que retroalimentan y permiten evolucionar día a día la actividad educativa”, destacó Carlos Biscay.
“Los resultados que arrojan este tipo de encuestas nos muestran que el e-learning es inexorable, y así como del caballo y las carretas pasamos al auto, a esta altura no podemos pensar en educación sin incorporar en ella la virtualidad. Los estudiantes ya viven online, comunicándose y estableciendo relaciones vía e-mail, facebook, twitter y el resto de las herramientas que forman parte de su mundo cotidiano. La cuestión, entonces, no es cuándo se terminará de incorporar instancias de e-learning en las universidades, sino cómo se desarrollará este proceso”, advirtió el especialista.